En el año 2016 el niño Murtaza Ahmadi se hizo conocido en todo el mundo, luego que se viralizara una imagen suya con una camiseta de Lionel Messi hecha de una bolsa de plástico.
A partir de ahí, el menor incluso se encontró con el argentino, en unas recordadas imágenes en las que Murtaza no quería despegarse de 'La Pulga' previas a un partido amistoso del Barcelona en Doha.
Antes de eso, el argentino le envió dos cajas de regalo a Murtaza. En una había una camiseta y en la otra un balón. Pero Arif, padre del niño, pensó que sería diferente, según narra en un documental que realizó Bleacher Report.
"Cuando vi las cajas por primera vez pensé que una tendría juguetes para Murtaza y la otra dólares", señaló, junto con apuntar que todos las personas que pasaban por el pueblo creían que el trasandino les había mandado mucho dinero.
"La gente que pasaba por el pueblo preguntaba que cómo vivía, que si Messi nos había mandado mucho dinero. Y empezó a haber gente merodeando la casa por la noche. Fue muy molesto", dijo el padre.
Tras ello, según consigna Marca, "la familia pidió asilo e incluyó en su petición una carta de los talibanes amenazando con capturar a la familia, para que se lamentasen de sus acciones con Messi. La petición de asilo nunca fue atendida ni aceptada y los Ahmadi tuvieron que volver a Jaghori".
Posterior a estos primeros inconvenientes, surgió la opción de viajar a Doha, donde se dio el encuentro en una cancha de fútbol, el cual Murtaza recuerda de especial manera. "Le dije que me quería quedar con él, que quería jugar con él. Él me decía que me fuera con mi padre, pero no entendía su lengua", dijo.
Ese viaje, pensaba el padre de Murtaza, podría haberles cambiado la vida, tal como había ocurrió con Zaid Abdul, niño refugiado sirio que salió a la cancha con Cristiano Ronaldo en el Santiago Bernabéu. Posteriormente, según apunta Marca, su familia recibió asilo en España, además de rumores sobre gigantescas donaciones de 'CR7'.
"Yo estaba muy contento, porque ahora que estaba en Qatar, con su ídolo, con este gran futbolista, dándole el balón. Pensamos que al ir a Doha quizás Messi sería como Ronaldo... Fuimos a Doha para que Messi pudiera hacer algo por él. Pero no hizo nada por Murtaza", subrayó Arif.
Tras regresar a casa, "la realidad fue como una película de terror", puesto que todo el mundo pensaba que la familia de Murtaza escondía una importante donación de Messi, situación que los llevó a recibir muchas amenazas, incluso de secuestro.
Murtaza no fue más al colegio, y su familia lo envió a Kabul, a más de 300 kilómetros de su casa, donde no salía por temor a ser secuestrado.
"Había muchas explosiones por todas partes. Boom... No tengo un sitio para jugar. No tengo amigos", rememoró. Pese a ello dice que se volvería a poner la camiseta de Messi, pese a todo lo que a vivido: "Me la pondría, porque adoro a Messi".
Al término del documental se detalla que finalmente, tras todo este calvario, Murtaza por fin pudo regresar a su hogar.
