Duro golpe para el Manchester City de Manuel Pellegrini.

En una nueva edición del choque ante el Barcelona por los octavos de final los "Ciudadanos" cayeron por 2-1 ante los catalanes.

Así, los dirigidos por Luis Enrique obtuvieron un colchón no menor para el partido de vuelta en el Camp Nou.

Desde el primer minuto el Barcelona tomó control del balón y sin temores, se paró en la mitad del terreno de los locales.

Así, con el correr de los minutos, Luis Suárez se comenzó a transformar en el gran protagonista de la jornada.

Cuando corría el minuto 15 de partido, un buen centro de Messi intentó buscar la cabeza de Suárez. El balón rebotó en Kompany y le quedó nuevamente al uruguayo quien de zurda no dudó y sacó un disparo imparable para Joe Hart.

Con la importante ventaja en el marcador, el Barcelona dominó con algo más de tranquilidad el trámite del partido.

Los locales no llegaron nunca a inquietar la tranquila jornada de Marc André Ter-Stegen, el titular en desmedro de Claudio Bravo en la Copa del Rey y la Champions League.

Es más, El Barcelona aprovechó algunos espacios en defensa para apretar el acelerador a fondo y llegar al segundo de la noche.

A los 29 minutos, Jordi Alba llegó hasta línea de fondo, levantó la cabeza y tocó por bajo para Suárez quien entremedio de los centrales, se barrió marcó su primer doblete como catalán.

En el segundo tiempo la historia pudo cambiar varias veces. El cuadro local salió con otra disposición y desde el primer instante instaló su juego en la mitad del Barça.

Sin embargo, la solvencia de Ter-Stegen —junto a las malas definiciones de Dzeko, principalmente— impidieron el descuento.

Los hinchas "Ciudadanos" se ilusionaron después que Sergio Agüero, con un notable sprint, marcó el descuento.

A los 70 minutos,  el delantero argentino superó en velocidad a tres defensores del Barcelona para controlar, ingresar al área y definir.

Con el descuento, los locales se entusiasmaron, aunque su alegría duró poco: a falta de 10 minutos para el término, Gael Clichy se fue expulsado.

Así, Manuel Pellegrini decidió por "cerrar" el encuentro y ordenar el ingreso de Sagna para no tener que sufrir otro gol y así obligarse a marcar tres en Barcelona.

Cuando parecía que el partido terminaría 2-1 para el Barcelona, Zabaleta, en la última jugada del partido, bajó a Messi en el área y el juez cobró penal.

Ahí, la "Pulga" quiso sentenciar la llave, pero Hart contuvo. Lo increíble es que el rebote también le cayó al argentino, que desvió su cabezazo. Tras cartón, se terminó el partido.

La vuelta se llevará a cabo el 18 de marzo.

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