Una insólita y preocupante situación se vivió anoche en La Bombonera minutos antes de que los planteles de Boca Juniors y River Plate ingresaran a la cancha para disputar el segundo tiempo del partido válido por la revancha de la Copa Libertadores.
En la manga por donde iban a regresar los jugadores riverplatenses, los integrantes del plantel millonario recibieron un ataque con gas pimienta que después de una larga espera generó que el partido se suspendiera.
Este ambiente de tensión en el Superclásico del fútbol argentino comenzó minutos antes del pitazo inicial cuando la hinchada de Boca mostró un lienzo que claramente advertía a los árbitros del encuentro: "Si nos cagan otra vez, de la Boca no se Ba nadie".
Tras lo sucedido, otro hecho polémico en el encuentro fue la actitud de los jugadores de Boca Juniors que viendo lo que le sucedía a los jugadores de River, se paraban en la cancha dando una señal de que esperaban a su rival para enfrentarlo.
"Nadie entendió la actitud del plantel de Bocatras la suspensión del superclásico . Es que, una vez que el árbitro Darío Herrera tomó la decisión, los futbolistas xeneizes, por orden de Arruabarrena, se formaron en la cancha como para jugar, mostrando su disconformidad con la decisión", relata el sitio Canchallena de Argentina.
"Y el broche final, para que no quedaran dudas de la pésima actitud del mundo xeneize, se produjo tras la salida de los jugadores de River. Una vez afuera del campo de juego, los futbolistas xeneizes saludaron y aplaudieron a los violentos que quedaban en las tribunas, y salieron", agregan.