La Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) desarticuló a un grupo de hinchas del club Deportivo Merlo, en el marco de una disputa interna en la barra brava del equipo.
Tras ello, la Policía de Buenos Aires incautó una enorme y peligrosa cantidad de armamento, entre los que aparecen armas de fuego de distintos calibres.
Un total de diez personas fueron detenidas por esta situación, dando cuenta de la violencia que se vive en el fútbol argentino.
"Fue un muy buen trabajo de los efectivos. Vamos a seguir peleando contra las mafias en el fútbol para sacar a los delincuentes que van a un club a cometer delitos", sentenció Juan Manuel Lugones, mandamás de la Aprevide en declaraciones que recoge el medio Olé.