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El "Toro" Vieri pierde todo y está en la banca rota

El delantero italiano que brilló en la década de los '90, a cinco años de su retiro, está al borde de mendigar por conseguir un empleo.

Camilo Bravo

Miércoles 19 de febrero de 2014

Era 11 de junio de 1998 y las banderas de Chile repletaban las calles de Burdeos. Y es que la Roja volvía a una copa del Mundo, situación que no ocurría desde 1982.  En el equipo dirigido por Nelson Bonifacio Acosta destacaban Iván Zamorano y Marcelo Salas, pero enfrente había un rival de peso, Italia con Roberto Baggio y Christian Vieri en ataque.

La cancha en Bordeaux lucía con una mayoritaria presencia nacional. Los C-H-I se hacían sentir, pese a que a los 10 minutos de partido el "Toro" Vieri enmudeció el estadio. El delantero arrancó por el centro tras un pase de Baggio y anotó con pierna izquierda.

Ese delantero que tenía muchos años por demostrar en el profesionalismo, hoy en día está en la quiebra. Y es que pasaron cinco años desde su retiro y todo el dinero conseguido quedó en el pasado.

El ex compañero de Salas y Zamorano invirtió prácticamente todo su capital en una empresa llamada BFC. Según informó la web futbolfinanzas.com, el ex atacante habría aportado 3 millones de euros y perdido cerca de 16, situación que lo dejó en la banca rota, a tal punto que ya no tiene dinero ni para comer.

El italiano pasó por equipos importantes como la Juventus, Atlético de Madrid, Inter de Milán, Fiorentina, entre otros. Jugó, además, dos Mundiales (98 y 2002), y en su carrera registró 236 goles, 2 ligas, 1 Recopa, 1 Copa y 1 Supercopa y 2 pichichi.

Eso sí,  el "Toro" fuera de la cancha era un hombre muy desordenado. El reconoció ser mujeriego y eso no es todo. Después de retirarse del fútbol, se convirtió en jugador de póker y no le fue nada bien.

El ex artillero que debutó a los 19 años aspira comenzar a dirigir a un club de fútbol. Hoy consiguió trabajos parciales como comentarista en la cadena beIN Sports, pese a esto no es nada permanente, por lo que espera dirigir en un club para evitar mendigar por un empleo.