Hace dos años una imagen conmovió al mundo entero. Murtaza, un niño afgano de siete años, se robaba las miradas por una improvisada camiseta de Lionel Messi con una bolsa de plástico, generando tanto revuelo que el pequeño finalmente pudo conocer a su ídolo.
Sin embargo su presente no es tan alegre como en ese entonces, ya que medios internacionales informan que Murtaza y su familia se vio obligada a dejar su hogar en el sur de Afganistán por una ofensiva de los talibanes.
"Echo de menos nuestra casa en Jaghori, aquí no tengo un balón y no puedo jugar al fútbol o salir fuera", se lamenta en diálogo con EFE mientras se encuentra en Kabul, lugar donde se refugia junto a su familia.
Murtaza cuenta que además tuvo que dejar las camisetas y la pelota que le regaló Messi tras el encuentro que tuvieron. "No pudimos traerlas porque dejamos la casa durante la noche, y mamá me pidió que dejase la pelota y las camisetas", explicó.
Por otra parte, el hermano mayor del pequeño, Humayoon Ahmadi de 17 años, reveló qué pasó luego de la fama que tomó Murtaza tras el encuentro con Lionel Messi.
"La situación se volvió complicada y vivíamos con miedo, porque la gente de nuestro entorno pensaba que Messi nos había dado un montón de dinero", explicó según publica Sport, agregando que "temíamos que le secuestraran y prácticamente encerramos a Murtaza en casa y no le enviamos a la escuela durante dos años".