No fue gol, sino que un golazo.
En Portugal se enfrentaba el Benfíca ante el Sporting de Lisboa —partido clásico— cuando Eduardo Salvio desató la algarabía al convertir un tanto de otro planeta.
La jugada por parte de los rojos fue preparada de manera perfecta. La precisión en los movimientos, acompañado de la velocidad hicieron que el gol fuese destacado en distintas partes del mundo.
En la acción, Nicolás Gaitán deja a jugadores en el camino para luego realizar una pared perfecta, ingresar al área y lanzar un centro al área que convierte Salvio de forma muy precisa.
El Benfica venció por 2-0 y se mantiene líder de la Liga con cuatro puntos de ventaja sobre el Oporto a falta de cuatro jornadas para el final.