Una insólita acción fue la que se vivió en pleno encuentro entre el Inter de Milan y la Fiorentina.
El cuadro “viola” se imponía por 1-0 en el mismísimo Giuseppe Meazza con tanto de Rossi generando los anticuerpos de los hinchas locales con su equipo.
¿La víctima? El colombiano Freddy Guarín, quien era pitado cada vez que tocaba el balón. Y el DT tuvo que tomar cartas en el asunto. A los 72 minutos, y desesperado por la ausencia de gol, decidió sacar al volante para hacer ingresar al ariete Icardi.
En ese momento la rechifla ante el cafetero fue total. Sin embargo, el ex Porto no aguantó los gestos de reprobación y comenzó a manifestarse con los brazos ante la parcialidad haciendo el gesto de “están locos”.
Ya en el banco fue calmado por el cuerpo técnico. Pero adivinen qué: el cambio hizo efecto y el Inter de Mazzarri pudo dar vuelta el encuentro ante la Fiore de los chilenos.