El futbolista del Tottenham inglés nunca tuvo la intención de agredir a un camarógrafo que se encontraba al borde del terreno de juego, pero para su mala fortuna le propinó un corte en la cabeza.
Este fin de semana se enfrentaba su equipo ante el Hull City cuando a siete minutos del final del encuentro, el defensor McShane cerró al volante impidiendo que lanzara un centro con precisión, pero por la velocidad de la acción el atacante impactó con una valla publicitaria.
La jugada no tuvo mala intención y esto queda claro en la ayuda prestada por el infractor. Eso sí, la peor parte se la llevó el agente de prensa que tuvo que ser atendido por los paramédicos.
El pequeño accidente no pasó a mayores y tampoco impidió que el Tottenham se quedará con el triunfo (1-0).