Es considerado uno de los mejores entrenadores del mundo.
En apenas cuatro temporadas conquistó al "planeta fútbol" con su fútbol exquisito, pero también con un estilo amable, poco amigo de la polémica y bien caballeroso que fue muy elogiado.
Sin embargo, parece que Pep Guardiola tenía una "cara oculta" mucho menos glamourosa, ya que se acaba de conocer que mientras estuvo al frente del Fútbol Club Barcelona llegó incluso a espiar a sus dirigidos para controlar que siguieran al pie de la letra sus reglas.
Según reportó el portal español ElConfidencial.com, el entrenador contrató, incluso, a una agencia de detectives para que siguieran los pasos de sus pupilos.
Quien preocupó más a Guardiola fue el recién estrenado padre, Gerard Piqué. El defensa, por ese entonces, no había reconocido públicamente su relación con la cantante Shakira y Pep desconfiaba de que estuviera más interesado en las fiestas que en el deporte.
A tal nivel llegó el seguimiento, que los detectives lograron determinar los tipos de tragos que tomaba la pareja durante sus salidas y cuáles era sus locales nocturnos favoritos. También revelaron que el jugador llegaba a la casa de sus padres pasadas las 2 de la madrugada y que una vez fue detenido por la policía durante un control de tránsito donde se le realizó una alcoholemia que resultó negativa.
De acuerdo al artículo, el entrenador llegó incluso a "telefonear a casa de algunos de sus cracks para saber si, efectivamente, se encontraban en el domicilio y no trasnochando en algún bar de copas".
El resultado final de sus investigaciones habría quedado escrito en un informe personal de cada jugador que Guardiola mantenía en su poder.
Además, de Piqué, la prensa española asegura que también fueron investigados Ronaldinho, Deco y Samuel Eto'o, tras estrellas de las que prescindió Guardiola al comienzo de su gloriosa etapa como DT azulgrana, en el que consiguió 14 títulos en cuatro años.