Increíble. Sólo así se puede definir el agónico empate del partido de la Liga Danesa entre el AAB y el AGF. Y es que la igualdad la marcó el portero Steffan Rasmussen en el tercer minuto de adición.
Y no fue de penal, sino de cabeza. Corría el minuto 93 y el AGF agotaba sus chances de empatar, cuando el meta se aventuró para sumarse a sus compañeros en el último tiro de esquina.
La ejecución fue cerrada y Rasmussen con un “testazo” anotó el definitivo 2-2.