Con caos incluido, los hinchas de Universidad de Chile agotaron este sábado las entradas para el partido de ida frente a Boca Juniors por la Copa Libertadores. Miles de fanáticos llegaron en la madrugada a hacer fila, pese a que las boleterías se abrían a partir de las 09.00 horas.
Por falta de contingente policial, algunos de los seguidores azules no respetaron el orden de llegada y botaron vallas papales provocando aglomeraciones y desorden.
A eso de las 10.10 horas se informó que había concluido la venta de tickets. Por este anuncio los hinchas reaccionaron molestos, ya que sólo se pusieron a disposición unas 1.800 entradas, aunque inicialmente se sabía que serían 4.500 las destinadas a los fanáticos del 'Romántico Viajero'.
El comandante de la Prefectura Oriente, Servando Sánchez, señaló que hubo falta de organización por parte de Azul Azul para definir el contingente de Carabineros que estaría en el estadio y por la falta de información respecto a la cantidad de tickets a la venta.
La misma intendenta de la Región Metropolitana, Cecilia Pérez, criticó a la organización deportiva por lo sucedido en la mañana.
" …difícil si el dueño del espectáculo Azul-Azul solicita presencia policial para las 8:30 am…no le parece? . Mal muy mal", escribió @ceciperez1.
Muchos de los hinchas seguían fuera del estadio a la espera de una explicación y ver si pueden conseguir alguna entrada, aunque sea por reventa.