Su pasaporte dice que tiene 17 años. Su rostro parece de una persona de 40. Nadie sabe exactamente la edad que tiene Joseph Minala, un jugador de la Lazio en Italia que ha saltado a la fama mundial, a pesar de no haber jugado todavía con el plantel italiano.
Hasta el pasado domingo, Minala, de origen camerunés, era sólo una joven promesa de la cantera del club romano. Nadie lo conocía. Pero todo cambio al llegar su primera nómina con el primer equipo. Entonces, comenzaron a difundirse sus fotos y saltó la polémica.
Su documentación asegura que nació en Yaoundé el 24 de agosto de 1996. Pero su físico y su rostro marcado no parecen corresponderse al aspecto de un joven adolescente. A las sospechas iniciales, se unió alguna información sobre su origen publicada en medios de Senegal.
Una web de información de Senegal, senego.net, aseguró que el futbolista tiene realmente 42 años y que mintió con el objetivo de poder viajar a Europa y asegurarse una vida mejor junto con su familia. El jugador desmintió la información a través de un comunicado colgado en portal del club romano, donde anunciaba acciones legales por daños y perjuicios.
El club italiano confirmó la "legalidad" de toda la documentación depositada en los organismos federales para la inscripción del camerunés. Pero a pesar de todo, nadie se cree su edad. Algunos le defienden, asegurando que un cuarentón no podría aguantar físicamente jugando con juveniles.
ENGAÑADO PARA LLEGAR A EUROPA
Detrás de la polémica sobre su edad, hay una historia plagada de dificultades que está conmoviendo también a Italia. Minala llegó al país hace dos años y medio, con 15, con la promesa de un futuro como futbolista. Un supuesto agente le había prometido pruebas con los equipos más importantes. Pero cuando Minala a Roma, nadie le esperaba. Fue abandonado y debió dormir en un centro de acogida de menores. Llegó a jugar en varios equipos de barrio, hasta que llamó la atención de ojeadores. Tuvo ofertas del Inter y de otros equipos, pero optó por quedarse en Roma. Ahora, espera una oportunidad en el primer equipo y olvidar la polémica.
En Italia aún recuerdan el caso del jugador brasileño Luciano Siqueira de Oliveira, que a Italia bajo el nombre de Eriberto Conceicao, con documentos que rebajaban su verdadera edad, 19 años, a 16 años, para poder jugar y buscar un futuro en la liga italiana. Pero Luciano Siqueira confesó todo, arregló sus papeles y regresó al "calcio" y volvió a jugar a un buen nivel con el Chievo Verona.