En el partido entre Munster y Grossapach por la tercera división del fútbol alemán, Benjamin Siegert, fue protagonista de un verdadero papelón.
El jugador de 33 años magnificó de forma más que exagerada tras ser interceptado por un rival. Lo peor de todo es que en ningún momento su dramática actuación fue argumento para pensar que el patadón lo había hecho caer de esa forma.
Siegert, tras perder el balón se dio una y otra vuelta. Al final su simulación no hizo falta ya que el árbitro no sancionó ninguna infracción y su equipo derrotó 3-1 a Grossapach.
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