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Jugador senegalés se gana la amarilla más absurda del último tiempo

Ibrahima Toure realizó una insólita acción en la final de la Copa de Emiratos Árabes, lo que le valió la furia de sus rivales y una inexplicable tarjeta.

24Horas.cl TVN

Martes 3 de febrero de 2015

Hay diversas formas para ser amonestado dentro de un campo de juego: cometer una falta, tocar la pelota con la mano o quitarse la camiseta en el festejo de un gol, entre otras, pero Ibrahima Toure inventó una nueva -e insólita- manera de ver la tarjeta amarilla.

Este delantero senegalés, que en algún momento jugó en el Mónaco, se encuentra en el Al-Nasr de Emiratos Árabes Unidos y con su presente equipo disputó la final de la Copa de dicho país, ante el Al-Sharjah.

El marcador era favorable por 4-1 para su escuadra a falta de menos de 15 minutos para que consiguiera el triunfo, por lo que Toure se tomó con relajo la parte final del compromiso, realizando un acto que no le hizo gracia a sus rivales.

Al momento de ejecutarse un córner a favor de su equipo, Toure, inexplicablemente, se paró sobre sus manos y en esa postura esperaba el envío del balón al área, en una insólita acción que no pasó inadvertida.

De inmediato un rival lo empujó y comenzaron los empujones a causa de la innecesaria acrobacia que fue interpretada como una provocación y que el árbitro sancionó con una amarilla totalmente evitable.