En la 16° fecha del campeonato de tercera división del fútbol de Suecia, ocurrió una absurda expulsión. El defensa del Norrby IF, Medi Dresevic, estaba jugando un gran partido, en el que llegó incluso a convertir un hat-trick, pero todo lo arruinó al instante.
El sueco quiso realizar un festejo original para celebrar su gol, sin embargo, no salió como lo esperaba. En su euforia el jugador saltó las vallas y se sentó en la tribuna para aplaudirse a sí mismo.
Lamentablemente, cuando volvió a ingresar a la cancha, el árbitro Alexander Pavlovic le mostró una segunda tarjeta amarilla. Como si fuera poco, Dresevic no podrá jugar el siguiente partido por acumulación de cartulinas. El duelo terminó en un 6-1.