Marcelo Bielsa disipó las dudas y tras convocar a conferencia de prensa dos días después de perder 5-1 contra Estados Unidos por la fecha FIFA, aseguró que continuará al mando de la Selección de Uruguay. "(Tengo) la misma fuerza desde el primer día para seguir en la Selección hasta el Mundial. Si en algún momento me planteé que no debía continuar, no era en este momento", inició.
Durante la charla, que se extendió por más de 35 minutos, el rosarino respondió varias preguntas y una de ellas aludió a la relación con el plantel charrúa, instancia donde recordó la polémica con Luis Suárez. "Él dijo lo que dijo, tuvo el efecto que tuvo y nunca respondí a cada una de las afirmaciones del mensaje que dio, pero sí lo hablé en la interna con los jugadores. Lo que pasó esa vez no es a lo que estamos acostumbrados, o al menos yo, que sucediera; que los reclamos se hicieran públicos y no en el ámbito privado", indicó.
"No tengo rencor ni revanchismo con Luis Suárez. Si tengo que recordarlo a Suárez, no lo hago por lo que dijo sobre mí, sino por lo que dio al desarrollo de la Copa América, que es mucho más importante, y sin él hubiese sido más difícil. Él fue un factor, tuvo una presencia de absoluta colaboración", puntualizó el "Loco", quien aseguró que "paralelamente queda un resabio que jugadores pueden reclamar que es lo que no le gusta del entrenador y pueden encontrar cambios para vehiculizar ese reclamo".
"Si convivo con los jugadores y estamos mucho tiempos juntos, los reclamos deben llegarme a mí. Aquel episodio marca dos cosas: se puede reclamar, acusar, hacerlo públicamente", argumentó.
La confesión de Marcelo Bielsa que impacta en Uruguay
Marcelo Bielsa ahondó en una pregunta relacionada en su relación con el plantel de Uruguay y sostuvo que "recibí muchísimos reclamos vinculados a mi comportamiento".
"Hablar de esto en común con un 5-1 no sé si está bien (...) constantemente hago autocrítica y veo qué puedo hacer", puntualizó el "Loco", quien realizó una brutal confesión. "En toda mi carrera siempre fui valorado por los jugadores, pero en este periodo es donde más maltrato recibo como el caso concreto de Luis Suárez y otros casos potenciales, porque no he tenido ningún problema con algún jugador de Uruguay para decir qué está incómodos conmigo", afirmó.
"Siempre hay dificultades y el que conduce nunca cuenta lo que pasa y si cuento, la convivencia se hace imposible y el clima se pierde para siempre. Soy una persona tímida, obsesiva, mecanizada, no me gusta el desorden, me siento incómodo en ese escenario; esos son mis déficit. Me cuesta actuar suelto desinhibido, amigable, no es mi forma de ser; pero con esa forma de ser siempre fui calificado con la gente que conviví", añadió el argentino, quien expuso una faceta más personal.
"Humanamente no he logrado todavía una aceptación de este grupo que yo conduzco y cuando uno va a un lugar, las normas no son las que uno tiene, sino que del lugar que uno recibe", cerró.
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