Tras la obtención del Mundial Femenino por parte España, poco se ha hablado del histórico campeonato logrado por las futbolistas, pues la polémica se instaló luego de que Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), besara sin su consentimiento a la jugadora Jenni Hermoso en medio de las celebraciones.
Tras lo sucedido, días después se convocó a una asamblea en la que se esperaba que el dirigente renunciara a su cargo, sin embargo nada de eso sucedió, pues Rubiales lejos de disculparse por lo sucedido señaló que no iba a dimitir, frase que provocó el aplauso de varios de los asistentes, entre ellos Luis de la Fuente, actual entrenador de España.
Dicha muestra de apoyo causó bastante molestia en el país europeo, algunos de hecho llegaron a pedir la salida del DT, quien en la conferencia de prensa previa a la fecha FIFA se refirió a lo sucedido.
"No tengo que dimitir, tengo que pedir perdón. Yo estoy al lado de la igualdad y del respeto. Esos gestos no representan mis valores ni mi forma de actuar en la vida. Fue una situación de mucha presión, nueva para mí, y me sentí desbordado", afirmó el técnico.
"Acudí a la Asamblea, como muchos otros, convencido de que asistía a un acto protocolario de despedida de un presidente (Luis Rubiales), pero se transformó en algo muy diferente que me superó, no estaba preparado. Todas las críticas que he recibido son totalmente merecidas", indicó Luis de la Fuente lamentando sus aplausos al discurso del dirigente.