Hace unos años, Paulo Henrique Ganso saltó a la fama en Santos, asomando como el socio perfecto de Neymar, aunque de éste último terminó brillando mucho más que el volante.
El delantero se encuentra deslumbrando en el Barcelona, mientras que el mediocampista permanece en el fútbol brasileño, actuando en Sao Paulo.
Si bien no tiene toda la regularidad que se le pide, Ganso tiene una calidad distinta a la mayoría de los jugadores, algo que demostró en el pleito entre su equipo empató 1-1 con Botafogo.
En una acción verdaderamente "mágica", el seleccionado brasileño capturó una pelota dentro del área, la pisó a más no poder y con un túnel a un defensor quedó cara a cara con el portero, aunque sin mucho ángulo.
Para hacer aún más espectacular la jugada, el volante la picó por encima del arquero y el balón, caprichosamente, dio en la parte interior del palo derecho del portero y "caminó" por la línea hasta que un zaguero la despejó, echando por tierra lo que podría haber sido uno de los tantos del año en Brasil.