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La pelota sí dobla

La periodista del Canal 24 Horas Cecilia Lagos, analiza el duelo entre Chile y Bolivia en la altura de La Paz.

Alonso Sanchez

Viernes 1 de junio de 2012

A diferencia de la eterna excusa y "tranca" quetienen argentinos y brasileños con la altura, para Chile ir a LaPaz a jugar clasificatorias —hablemos desde la reinserción luegodel Maracanazo— no ha sido un problema en sí mismo. Si se haperdido, como por ejemplo en el proceso eliminatorio 2002, ha sidopor falta de fútbol, pero en ningún caso se ha puesto comojustificación el efecto de los 3800 metros de altura. La pruebaestá en que desde la clasificatoria siguiente, a Alemania 2006 yluego a Sudáfrica 2010, Chile ganó sus dos partidos en la capitalboliviana, superando claramente al local en el juego.

Este sábado,La Roja vuelve a La Paz para enfrentar a una selección bolivianaque se muestra como la más débil del continente hasta el momento,ubicada en el último lugar de la tabla clasificatoria con sólo unpunto. A este hecho estadístico, se suman los problemas que eltécnico Gustavo Quinteros ha tenido para alinear un equipomedianamente competitivo para este partido con Chile, debido abajas importantísimas como, por ejemplo, el jugador del Gremio dePorto Alegre, Marcelo Moreno Martins por acumulación de tarjetasamarillas o Ronald Raldes, nada menos que el capitán de los verdes,que ahora está lesionado.

Pero a pesar de la enorme diferencia deambos planteles y oncenas, esto es fútbol y sabemos que la lógicacuenta hasta cierto punto y, a veces, simplemente no cuenta. Si no,recordemos lo que pasó en el partido inaugural de Copa América2011, donde una Argentina plagada de estrellas, incluyendo a LionelMessi como mejor jugador del mundo, terminó empatándole desesperadaa Bolivia que había abierto la cuenta en el primer tiempo y luegose había refugiado atrás inteligentemente. Sólo la inclusión delKun Agüero en el segundo tiempo, que entró con su abrelatas, lepermitió a los locales no comenzar su propio torneo con unavergüenza histórica. Además, no podemos escapar a los números queexponen a la selección chilena como la que más goles en contra harecibido en todo el continente: Diez. Eso sí, veremos cómo funcionael bloque defensivo ahora sin Pablo Contreras ni Waldo Ponce. Paramuchos, ambas ausencias suenan a beneficio.

Como pocas veces,veremos a un Chile alineando individualidades poderosas y cada vezmás maduras, como Arturo Vidal, Marcelo Díaz y Alexis Sánchez,entre otros, sin contar a Gary Medel, cuya ausencia en esteencuentro ha sido ya oficializada debido a un desgarro en suespalda. Con esto, Claudio Borghi se ve obligado a rearmar laformación soñada que incluía a Gary en el medio con Marcelo Díaz,para mover en ese puesto a Vidal, quien originalmente iba a cubrirla banda derecha, como lo hace en la Juventus, a falta dellesionado Mauricio Isla. Por ese sector, ahora veremos correr aCharles Aránguiz, manifestando así el gran momento de Universidadde Chile que, a excepción de la línea delantera, se transforma enel gran esqueleto de nuestra selección. Esta observación incluye elregreso del bloque defensivo de la U en 2011, bicampeona nacional ycampeona de Copa Sudamericana, con los dos González y Pepe Rojas.

Aún sin Gary, la alineación de Bravo; O. González, M. González,Pepe Rojas; Aránguiz, Vidal, Díaz, Mena; Fernández; Alexis yChupete suena bien, suena a poder, con la sensación de que conestos jugadores es un deber traer los tres puntos a casa parapreparar el partido con Venezuela con tranquilidad y optimismo.

Porque el cuerpo técnico y médico de Claudio Borghi se ha esmeradoen preparar físicamente a los seleccionados para este encuentro,porque el talento individual está en los niveles más altos denuestra historia y sólo queda ver cómo pueden funcionar en suexpresión colectiva, y porque si Chile lleva dos clasificatoriasseguidas ganando ahí, con fútbol, físico y actitud, ha demostradoperfectamente que en la altura "la pelota sí dobla".