No lo podían creer. La gente que pasaba por un centro comercial de un momento a otro ven pasar nada menos que a Cristiano Ronaldo, quien se dirigía a tomarse una taza de té junto a un compañero.
La escena era parte de un experimento social para ver la reacción de la gente, que tímidamente no podían creer la situación y poco a poco se fueron acercando hasta pedir más de una decena de fotografías.
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