La jornada 18 de la Premier League estuvo marcada por una carga emocional que fue mucho más allá del resultado. El duelo entre Liverpool y Wolverhampton, disputado en Anfield, fue el primero entre ambos desde el fallecimiento de Diogo Jota y se convirtió en una noche de recuerdo y respeto absoluto.
Los dos clubes que marcaron la carrera del delantero portugués se unieron en un homenaje que reflejó el impacto humano y futbolístico que dejó Jota en el fútbol inglés.
Anfield en silencio y unido
Antes del inicio del partido, el protocolo habitual dio paso a una escena profundamente conmovedora. Dinis y Duarte, dos de los hijos de Jota, ingresaron al terreno de juego tomados de la mano del capitán del Liverpool, Virgil van Dijk, acompañados por familiares cercanos.
Desde las tribunas, Rute Cardoso observó el momento visiblemente emocionada, mientras Anfield permanecía en un silencio absoluto, respetando el instante de recogimiento.
🥹 ¡MOMENTO MUY EMOTIVO EN ANFIELD! 🥹
— SportsCenter (@SC_ESPN) December 27, 2025
🕊️🇵🇹 Los hijos de Diogo Jota saltaron al campo de juego con los jugadores del Liverpool para homenajear a su padre en el duelo entre los Reds y Wolves, equipos donde jugó el portugués
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El momento más simbólico llegó con la entonación de You’ll Never Walk Alone. Todo Anfield se puso de pie para cantar el himno que identifica al Liverpool, transformándolo en un mensaje directo para la familia del jugador: nunca caminarán solos.
Durante el desarrollo del partido, el homenaje continuó. En el minuto 20, número que Jota utilizó en sus últimas temporadas con los ‘Reds’, el estadio completo se levantó para aplaudir. Los hinchas del Wolverhampton se sumaron al gesto, reforzando el carácter transversal del tributo.
El recuerdo de Diogo Jota
Diogo Jota falleció el pasado 3 de julio en un trágico accidente automovilístico junto a su hermano André Silva. El impacto de la noticia sacudió al mundo del fútbol, especialmente al Liverpool, club al que defendió entre 2020 y 2025, y al Wolverhampton, donde brilló entre 2017 y 2020.
Días antes de su fallecimiento, el atacante se había casado con Rute Cardoso, con quien tenía tres hijos pequeños, lo que dio aún mayor carga emotiva a la jornada vivida en Anfield.
Como señal permanente de respeto, el Liverpool decidió retirar el dorsal 20, confirmando que Diogo Jota será el último futbolista en portarlo. Un gesto que reafirma el lugar que ocupa el portugués en la historia reciente del club.
