Parece una historia de nunca acabar pero de esas que siempre terminan con un final feliz. Algo cíclico, necesario y totalmente cautivante. Jorge “Mago” Valdivia había sido el gran "ganador" de la pasada doble fecha FIFA al ser el engranaje que faltaba en La Roja. Ese motor que -como tantas veces- volvía a unir las piezas y a regalar talento y fútbol total en un equipo que ya tiene su misión más grande: la Copa América 2015, precisamente en casa.
El buen nivel del crack del Palmeiras nunca estuvo lejos de la órbita de Sampaoli y tras mostrar sus deseos de volver finalmente lo hizo. Y fue en gloria y majestad. El creador nacional fue lejos el más aplaudido en el estadio CAP y se ganó los aplausos con lo que mejor saber hacer: genialidades.
Desde un comienzo se vio activo, participativo, rápido –quizás en exceso en las decisiones- y siempre con buen diálogo futbolístico con Arturo Vidal y Marcelo Diaz. Y así llegó el primer tanto. Jugada colectiva de La Roja y medio gol de Sánchez y Medel.
Cuando Venezuela intentaba salir de su zona, y eso que avisó con seriedad al arco de Bravo, Valdivia era el descanso, el termómetro en la zona caliente de la cancha. Siempre con intención de juego, pecó en intentar habilitar a Sánchez y Vargas alternando buenas y malas; trucos que siempre eran bien recibidos por la parcialidad. Porque eso genera. Cualquier pelota de Valdivia puede cambiar una historia. Y, ahora, la lógica.
Cuando el primer tiempo finalizaba el ex Colo Colo apareció por la orilla y amenazó con sacar un centro. Dicen que el “Mago” nunca revela sus secretos pero ciertamente el disparo de Valdivia tomó una comba venenosa que dejó sin opción al golero Hernández y con auxilio del poste puso la segunda cifra ya poniendo letras doradas a su regreso. La estrella estaba de vuelta.
En el camarín fue el más elogiado y bien recibido por sus compañeros que disfrutaban de su presencia en todo momento. Y, dando muestras del buen nivel físico por el que atraviesa, Sampaoli lo mantuvo en la cancha -no como otras veces donde su resistencia le ponía fecha de vencimiento- y sacó lo mejor de su repertorio.
Un taconazo para el recuerdo para Vidal, una habilitación venenosa para Vargas y otra para Isla que terminaron poniendo el 4-0 para los de Sampaoli.
Antes que la función se acabara el actor principal abandonó la cancha por Orellana. Una ovación para el recuerdo que vuelve a poner a La Roja en un estado de pleno optimismo. Y ya ahora con todas su piezas no queda mas que decir: 'que el show continúe'…
FOTOS: Photosport/Agencia Uno