Ya se jugaban los descuentos y los hinchas del Manchester City pese a la derrota aún prendían velas sobre la revancha en Barcelona. Sin embargo, todo pudo derrumbarse de golpe cuando Lionel Messi fue dudosamente derribado por Pablo Zabaleta y el juez cobró penal.

Claro, tras los dos tantos de Luis Suárez la casi segura conversión del argentino implicaba que con un 1-3 en contra aún ganando 2-0 en la vuelta los "citizens" quedarían eliminados de la Champions League en los octavos de final, lo mismo que en la edición anterior.

Pero pasó lo impensado. Messi disparó sobre la derecha de Joe Hart que adivinó el lanzamiento y dejó el rebote que el zurdo intentó combatir con una palomita que se fue ancha y lejos del gol.

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De esta manera los de Pellegrini, si bien perdieron el partido, quedan con una ilusión encendida a la vuelta donde de manera obligatoria deberán anotar dos goles si quieren avanzar a los cuartos de final.