El partido entre Newell's Old Boys y Tigre, válido por la duodécima fecha de la Liga Profesional de Argentina, tuvo una carga emotiva por los homenajes a Miguel Ángel Russo, técnico de Boca Juniors fallecido el miércoles por las complicaciones de salud derivadas del cáncer de próstata que lo aquejaba hace ocho años.
Ignacio, delantero del conjunto bonaerense e hijo de "Miguelo", estalló en llanto durante el minuto de silencio rendido a la memoria del adiestrador y recibió el consuelo de sus compañeros.
A los 22 minutos llegó la imagen más conmovedora: el atacante del "Matador" aprovechó una asistencia de David Romero y abrió la cuenta. En la celebración lloró, miró hacia el cielo y mostró un tatuaje que rememoraba una icónica frase de su padre: "Todo se cura con amor".