La cara del técnico de River Plate lo decía todo. Marcelo Gallardo no podía creer lo que estaba viendo, ya que a los 38 minutos del partido entre el cuadro "millonario" y Huracán se prendieron los regadores de la cancha.
Los jugadores no entendían nada, quedándose parados por algunos momentos intentando entender lo que sucedía. Después de dos minutos se apagaron los grifos en el partido que terminó igualado a un gol. Revisa las imágenes.