Manchester City tuvo una oportunidad inmejorable para abrir la cuenta ante el PSG por la vuelta de los cuartos de final de la Champions League.
A los 30', Sergio Agüero remató un penal que pudo poner en ventaja a los ciudadanos -empataron 2-2 en la ida-, pero increíblemente mandó la pelota fuera, al lado del palo izquierdo del portero.
La situación fue tan inverosímil que la cara de Manuel Pellegrini lo decía todo,m pese a que con dicho resultado, su equipo igualmente estaba avanzando a semifinales.