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"No quería nada": Eduardo Vargas saca la voz en medio del momento más complicado de su carrera

En diálogo con la prensa brasileña, el chileno reveló aspectos personales ocurridos tras la expulsión en la Copa Libertadores.

24horas.cl

Jueves 25 de agosto de 2022

Si bien la eliminación del Atlético Mineiro en la Copa Libertadores a manos del Palmeiras ocurrió hace semanas, el hecho todavía repercute en la cabeza de Eduardo Vargas, sobre todo si se considera la irresponsabilidad cometida por la torpe expulsión ad portas de la definición a penales que terminó favorable para el actual bicampeón continental.

En diálogo con GloboEsporte, el chileno sacó la voz y narró las complejidades vividas luego de ese desafortunado evento. "Esto nunca me ha pasado. Ni en Grêmio, en 2013. Ni en ningún otro equipo. Muy difícil de creer lo que pasó, pero respeto a la multitud. La gente tiene que ser acusada. Así que después de que me cobraron, respondí", dijo.

El renquino, además, se refirió al "apriete" recibido en las últimas horas por parte de algunos barristas. "Estoy en mi derecho de contestar algunas cosas, pero luego me sentí molesto. Porque, como te dije, esto nunca me ha pasado. Estoy en una mala etapa, pero por eso ya le he pedido disculpas a mis compañeros, a mi entrenador", expresó.

"Nunca tuve ese miedo. Siempre voy con un amigo al centro de entrenamiento porque me ayuda mucho. Entonces le dije que se fuera solo, porque tengo que afrontarlo. Si tengo que enfrentar a alguien, lo haré solo. Descubrimos que se iban a manifestar. Así que fui solo, me detuve, hablé un poco. Se manifestaron, yo acepté. Y, tranquilo... Yo nunca tuve miedo de que me pegaran", complementó "Turboman", quien registra 15 goles en 72 encuentros con los albinegros.

Vargas también reveló la inestabilidad emocional que sufrió en las últimas semanas. "Cuando llegué me sentí como el patito feo. No quería hacer nada, no tenía mucho, me sentía incómodo, nervioso... pero luego me dijeron que me iban a castigar. Después me llamó Rodrigo para decirme que no iría al partido. Después de la expulsión, caí en depresión. Sentí que no quería nada. No quería salir a la calle, no quería ir al supermercado", reconoció.

"Incluso mis hijos vinieron el fin de semana. Nos alojamos aquí con mis amigos, sus hijos. Salimos aquí al patio de recreo y podría haberlo llevado al centro comercial. En cualquier lugar para que ellos disfruten, pero no me apetecía, porque sabía que quizás el Atlético, el hincha, me miraría de otra manera", cerró el seleccionado nacional en una de las entrevistas más íntimas que ha dado en su carrera.