Claudio Bravo estaba teniendo un difícil partido contra el Tottenham Hotspur, ya que su equipo, el Manchester City, estaba cayendo 2-0 en el segundo tiempo, aunque sin haber tenido mayor responsabilidad en ambos tantos.
No obstante, el capitán de la Roja demostró su valía al atajarle un penal a Erik Lamela a los 65 minutos de juego.
El portero nacional adivinó el remate del trasandino y se volcó a su izquierda para evitar el tercer tanto rival que habría sentenciado definitivamente el compromiso, cuando aún quedaban casi 30 minutos por disputarse.
Así fue la gran atajada de Bravo: