El Manchester City condicionó su continuidad en la Champions League luego de caer por 2-0 de local ante el Fútbol Club Barcelona.
El partido estuvo marcado por la posesión de balón de los azulgranas y el desnivel comenzó a llegar a partir del minuto 54', cuando Martín Demichelis derribó a Lionel Messi. El juez del encuentro, Jonas Erikson, no dudó, cobró penal y expulsó al defensor.
"Hubo un árbitro que decidió el partido a su gusto, no hubo imparcialidad", comentó el "Ingeniero" en rueda de prensa. "El Barcelona no tuvo ocasiones durante el partido. El árbitro pitó penal fuera del área y nos dejó con uno menos. Decidió el partido", reflexionó el estratega nacional.
Y es que la expulsión condicionó el partido. Pellegrini se vio en la obligación de realizar dos cambios para reordenar el juego: "Fueron detalles importantes en el resultado final. El equipo hizo un buen partido y con uno menos no fuimos menos que el Barcelona", añadió.
El DT fue categórico al señalar que "no hubo imparcialidad" y que para el duelo de regreso terminaron "con la cabeza alta porque el duelo estuvo marcado por una decisión arbitral".
El duelo de revancha se jugará el 12 de marzo en el estadio Camp Nou.