Han pasado poco más de tres años desde la muerte del futbolista argentino Emiliano Sala, quien perdió la vida en un accidente aéreo mientras viajaba de Nantes a Cardiff, y ahora se revelaron escalofriantes audios del piloto en los que advertía de problemas de la aeronave y que podrían haber evitado la tragedia.
El medio británico BBC tuvo acceso a una reveladora llamada telefónica que hizo el piloto, David Ibbotson, a un amigo en la que reveló la dificultades técnicas que sufría la avioneta en la que viajó a Nantes, donde militaba el ex delantero sudamericano.
Tras aterrizar en el Aeropuerto de Atlantique, el piloto se contactó con su amigo, el también piloto, Kevin Jones, a quien le confesó haber escuchado “un estallido” mientras volaba a Nantes; además, se quejó de una “niebla densa y muy baja”.
“Me encontraba en la mitad del Canal de la Mancha y escuché un ‘bang’. No sabía lo que pasaba. Aproveché para revisar todo, verifiqué mis parámetros. Como todo estaba bien, seguí volando. Pero me llamó verdaderamente la atención”, fue parte de la conversación.
También agregó que el pedal del freno izquierdo no funcionaba bien y eso “podía ser peligroso” para el vuelo de regreso a Gales: “Este avión tiene que volver al hangar. Es una aeronave muy poco fiable”.
"Normalmente llevaría mi chaleco salvavidas en el asiento, pero mañana lo llevaré puesto", añadió Ibbotson.
Cabe recordar que el mismo Sala, de entonces 28 años, avisó a sus amigos que el vuelo era peligroso. El ex delantero envío un audio a un grupo de amigos en WhatsApp donde explicaba su preocupación por las condiciones del aeronave en la que viajaba.
“Estoy acá arriba del avión, que parece que se está por caer a pedazos, y me estoy yendo para Cardiff loco. No sé, van a mandar a alguien a buscarme porque no sé si me van a encontrar. Pero ya saben. Papá... qué miedo que tengo”, dijo.
A una hora de haber despegado en el Piper Malibu N264DB la avioneta desapareció del radar sobre el Canal de la Mancha y se iniciaron los rescates aéreos y marítimos. El cuerpo del argentino fue encontrado a 68 metros de profundidad, dos semanas después del accidente, mientras que el avión N264DB terminó en el fondo del mar y el cuerpo del piloto jamás fue encontrado.