Lejos quedaron en el tiempo lo años de gloria de Rivaldo, volante que a finales del siglo XX y principios del XXI se erigió como uno de los mejores del mundo actuando en el Barcelona.
Actualmente, con 41 años, milita en el Mogi Mirim, cuadro de las categorías de ascenso de Brasil -de cual también es presidente- y volvió a jugar este miércoles tras una rebelde lesión.
Sin embargo, el pleito que su equipo disputó frente al XV de Piracicaba por el Campeonato Paulista no destacó por su regreso ni por el resultado (1-1), sino por un hecho muy pocas visto en el fútbol mundial.
Rivaldo, que fue suplente, ingresó al campo de juego a los 56 minutos, momento en el que empezó a compartir cancha en un partido oficial nada menos que con su hijo Rivaldinho, de 18 años, quien sí actuó desde el arranque.
El ex mediocampista del Barcelona y PSV, entre otros, celebró la realización de este sueño a través de su cuenta oficial de Twitter con este mensaje: "Quería agradecer a Dios por este día tan especial en mi vida, conseguí jugar con mi hijo...".
Eu queria agradecer a Deus por este dia tão especial na minha vida, consegui jogar com meu filho… http://t.co/ni9gE0tZkG
RIVALDO FERREIRA (@RIVALDOOFICIAL) February 19, 2014