Bastian Schweinsteiger no se encontraba en los planes de José Mourinho, por lo que el club rescindió su contrato, sin antes pagar una alta compensación monetaria.
La situación del jugador era incomoda en los Diablos Rojos: Mourinho lo había mandado a entrenar en la filial, por lo que de común acuerdo decidieron poner fin al contrato y así resolver la situación.
Situación más que ventajosa para el mediocampista que recibirá una compensación económica cercana a los 8 millones de euros; además queda desligado de la institución a la que llegó la pasada temporada.
El futuro del alemán de 32 años es incierta. Aunque anunció que este sería su último club en Europa, el Olympique de Marsella iría a la carga por él, para tratar de incorporarlo en el mercado de invierno.