Miles de brasileños tomaron las calles durante la Copa Confederaciones del año pasado para protestar, entre otras cosas, contra los gastos de la organización del Mundial y una falta de inversión en infraestructura.
Pequeñas protestas ocurren aún en el país sudamericano, que organizará entre el 12 de junio y el 13 de julio el torneo por primera vez desde 1950.
En una entrevista con el programa Fantástico el domingo a última hora, en TV Globo, Scolari dijo que no se opone a las manifestaciones pero que el Mundial no es el mejor momento para que sus jugadores tengan que lidiar con cuestiones externas.
"Creo que pueden ocurrir protestas. Si fueran manifestaciones normales, sin romper cosas, entonces eso es una democracia. Pero no sé si sería el mejor momento (para que sucedan)", dijo el técnico.
Al ser consultado sobre si las protestas podrían causar dificultades para los jugadores, el técnico respondió: "Pueden, y mucho".
"Ellos son jugadores de la selección brasileña que tienen una misión. Ellos pueden pensar, pueden expresarse, pueden decir 'Quiero un Brasil mejor', pero no quiero que eso sea algo que cause dificultades en nuestro ambiente", agregó Scolari.
Existe la preocupación de que los manifestantes intenten crear problemas durante alguno de los 64 partidos del Mundial, ya que el año pasado marcharon contra estadios usados en la Copa Confederaciones.
Fueron reprimidos por la policía antidisturbios con perros, granadas de estruendo y gas lacrimógeno.
La presidenta Dilma Rousseff afirmó este mes que Brasil implementará fuertes medidas de seguridad durante el Mundial y garantizó que el Gobierno no dejará que la violencia empañe el torneo.
Brasil integra el Grupo A junto a México, Croacia y Camerún.
Fuente: Agencia Reuters.