Lo que ocurrió en Noruega perfectamente pudo haber pasado en Punta Arenas.
El viento fue el protagonista del partido en que se enfrentaba el Levanger y el Kristiansund.
El encuentro se desarrollaba con normalidad, pese a los inconvenientes meteorológicos. Todo esto hasta que los pórticos fueron arrastrados por el viento.
Uno de estos impactó con un aficionado que se encontraba en la parte detrás de la cancha.
Luego del insólito problema, los arcos fueron ubicados en el lugar que correspondían y el Lavanger ganó 4-2 en la prórroga.