Luego de la última junta de accionistas en Azul Azul, nuevos rostros ingresaron a la concesionaria que dirige a Universidad de Chile, junto con ratificarse a José Luis Navarrete como presidente de la sociedad anónima.
Una de las primeras medidas del nuevo timonel fue congelar el proyecto del estadio propio, señalando que “el principal gestor de esto fue Carlos Heller. Hoy, ya no está con nosotros”.
A esto se sumó una nueva clara señal, ya que la institución le informó al arquitecto de la iniciativa, Max Sánchez Miller, que el vínculo contractual entre ambas partes terminará a finales de este mes, según consigna La Tercera.
Sánchez estuvo trabajando en el proyecto por más de un año, incluyendo reuniones con diversas autoridades regionales y comunales para que pudieran recibir el anhelado coliseo deportivo.
El arquitecto fue designado el 2008 como director de infraestructura para el Mundial Femenino que se jugó ese año en Chile. Además, estuvo a cargo de la remodelación de los estadios que sirvieron como subsedes de la Copa América de 2015.
También, tuvo un rol protagónico para que nuestro país organizara el Mundial Sub 17 ese mismo año, y estuvo al mando de otras obras, como el Centro Deportivo Azul, la infraestructura del Fútbol Joven de Colo Colo y el gimnasio Municipal de La Pintana.