El pasado lunes 6 de noviembre la jueza del 14º Juzgado de Garantía de Santiago, Irene Rodríguez, decretó la prisión preventiva para Jordhy Thompson tras la denuncia por violencia intrafamiliar contra su pareja, Camila Sepúlveda, y que contó con el agravante de desacato por parte del volante de Colo Colo al ignorar la orden de alejamiento que mantenía vigente.
Tras ello, Thompson fue trasladado al Centro de Detención Preventiva Santiago 1, donde se mantiene aislado por el alto riesgo de recibir agresiones y donde, según sus cercanos, se ha mostrado arrepentido por lo sucedido y con voluntad de someterse a los tratamientos necesarios para su rehabilitación, incluido el abuso del alcohol.
Thompson se encuentra aislado en la enfermería de la cárcel, aunque no por motivo médico, sino para protegerlo de otros internos y de posibles agresiones al interior del recinto. "El riesgo de agresión existe. Si se le pasa de inmediato a un módulo, ese peligro crece considerablemente”, explicaron desde la prisión a La Tercera, motivo por el que tampoco sale a patio.
Además de su abogado, algunos familiares ya han visitado al futbolista en la cárcel, quienes aseguraron al medio que está “arrepentido”. “Se le nota. Todo el mundo le dice que si sigue en esa relación se va a quedar solo”, aseguró un cercano.
Thompson también habría mostrado voluntad de someterse a los tratamientos necesarios para su rehabilitación, incluso ante la posibilidad de implantarse un pellet para manejar el consumo de alcohol, al cual apuntan como una de las causas de su agresividad. “El alcohol lo transforma”, dijeron.
¿Cuál es la situación judicial actual de Thompson?
El panorama de Thompson es complejo. La defensa del jugador anunció que intentará revocar la cautelar debido al riesgo que corre su representado en la cárcel, y para ello apuntarían a la falta de pruebas en relación a los cargos que motivaron la medida transitoria.
No obstante, la situación judicial del futbolista es compleja debido al cargo de femicidio frustrado que se le imputó, pues eso conlleva penas de cárcel que parten en los 10 años y un día de privación de libertad. Es decir, se hace imposible que la condena se pueda cumplir con una pena sustitutiva.