Un verdadero vuelco fue el que sufrió la vida del Fredy Segura, ex futbolista profesional, quien militó en equipos como Huachipato, Universidad de Concepción, Deportes La Serena, entre otros. Y es que el mediocampista estudió enfermería tras colgar los botines en 2009 y hoy trabaja en el Hospital de Angol.
"No me costaba estudiar cuando niño. Llegaba el viernes y hacía todas las tareas para así tener chipe libre y jugar a la pelota el fin de semana. Me gustaban las matemáticas, de biología no sabía nada", recordó Segura en diálogo con Las Últimas Noticias.
Pero los estudios se vieron interrumpidos por el fútbol en primera instancia: "Salí (de cuarto medio), di la Prueba de Aptitud Académica y quedé en educación física en la U de Concepción, pero el club (Huachipato) me dijo que si la tomaba, dejaba el equipo, porque por horario eran incompatibles. Entonces me metí al DUOC, al vespertino de auditoría, casi dos años, pero lo tuve que dejar porque me llamaron de la Sub 20 y pasaba más en Santiago".
"Huachipato me subió al primer equipo el 97 y estaba el croata Andrija Percic, con metalidad europea, que no le gustaba que estudiáramos. Decía que no descansábamos bien, que estábamos pendientes de otras cosas", agregó.
Pero cuando llegó a Universidad de Concepción en 2002 su pensamiento cambió: "Ahí pensaba que la carrera era corta y si no pude estudiar en paralelo, trataría de hacerlo cuando terminara la carrera, no sabía qué".
Precisamente fue en el "Campanil" donde coincidió con futuras estrellas del fútbol nacional, como Jorge Valdivia y Jean Beausejour, quienes habían llegado a préstamo al club, del cual Segura era capitán: "Con Beausejour y Valdivia jugamos un año. Eramos un grupo súper unido y ellos eran muy chicos, 18 o 19 años, y eran pelusones".
"Eran unos chicos que no les importaba nada, iban y jugaban, querían comerse el mundo. Jorge ya demostraba que iba a ser extraordinario", complementó.
Y tal como lo había planeado, cuando dejó el fútbol en 2009 decidió estudiar: "Me retiré y comencé a ir a la universidad. Tuve que dejar de trabajar y dedicarme al ciento por ciento a los estudios, puse mi casa en arriendo".
En 2017 se tituló y en 2018 llegó al Hospital de Angol, donde se desempeña como enfermero del área de siquiatría infantil: "Manejo la agenda de los médicos, los ingresos de los pacientes, los que están en control, sus estadísticas, peso, talla y hago algunos talleres de fútbol, talleres de adolescentes (...) Es enriquecedor", señaló.