El domingo 27 de agosto Universidad de Chile y Universidad Católica no sólo animarán una nueva edición del Clásico Universitario, sino que también disputarán el primer partido en el remodelado Estadio Nacional.
Luego de un año y medio con las puertas cerradas debido a los trabajos con miras a los Juegos Panamericanos de 2023, el recinto ñuñoíno volverá a tener acción. Sin embargo, existe un inconveniente que atemoriza a la organización de dicho encuentro.
El portal Encancha informó que la instalación deportiva cuenta con apenas tres accesos para el ingreso de público y aún tiene inhabilitado el sector de estacionamientos. Otro de los problemas observados por la dirigencia de Azul Azul es la alta cantidad de escombros en los entornos de las entradas por avenida Marathon.
"Hay trabajos de construcción que se siguen realizando. Es un recinto que está en pleno proceso de remodelación. Dentro del estadio la cancha está en perfectas condiciones. En el exterior del coliseo hay muchas obras y material de construcción. Nosotros nos preocuparemos de que la señalética sea clara para que nadie se confunda", expresó Ignacio Asenjo, gerente general de la concesionaria, en diálogo con El Mercurio.
Los inconvenientes del Estadio Nacional contrastan con los deseos de tener 30 mil personas en las tribunas pese a que la Región Metropolitana se encuentra en "Medio Impacto Sanitario", norma que permite hasta 10 mil asistentes a eventos masivos.
"Estamos trabajando para poder adoptar todas las medidas necesarias y optar al mayor aforo posible, que esperamos sea más de 30.000 personas, considerando que podemos preparar un plan operativo y de seguridad pertinente para recibir esa cantidad de público", manifestó el directivo mencionado, pero a Radio Cooperativa.