El plan “Estadio Seguro” vivió su primer superclásico del fútbol chileno. Sin embargo, las buenas intenciones y los deseos de ver un evento deportivo sin mayores problemas se derrumbó al momento de realizar el balance a 24 horas del pitazo final.
Los daños en el Estadio Nacional ascendieron a más de 23 millones de pesos entre butacas rotas y muros destrozados. En ese sentido, Cristián Barra afirmó que “muchas personas se preguntaron de dónde salieron las piedras que lanzaron” al terreno de juego, “las personas la sacaron de los muros para poder lanzarlas”.
Además resumió que se “rompieron las mangueras de seguridad que sirve para actuar en un posible incendio” en la gradas. Además, reconoció que hubo 230 butacas destruidas que deberán ser reemplazadas a la brevedad para los duelo de la próxima semana en el principal recinto deportivo del país.
Ante la aparición fuegos artificiales por la señal del CDF, Cristián Barra dijo que “vimos petardos de ruido y no tienen más de diez centímetros de tamaño y fiscalizar es casi imposible”.