Tras cumplir ya 26 meses tras las rejas, el ex delantero de clubes nacionales como Universidad Católica y O'Higgins de Rancagua, Luis Núñez, concedió una entrevista al diario El Mercurio donde repasó episodios de su vida deportiva, además de la dura experiencia que ha sido estar recluido en el penal Santiago 1.
El ex ariete cruzado tiene actualmente 35 años, y está acusado de financiar una red de narcotráfico, junto con ingresar drogas y un celular al interior del recinto. Esta es su tercera vez preso.
Si bien desmiente haber intentado ingresar marihuana dentro de unas empanadas en diciembre pasado, reconoce lo ocurrido con el teléfono celular ya que "estaba aburrido" y quería revisar redes sociales como Twitter.
A la hora de hablar sobre su lado más íntimo, el ex futbolista se hace una autocrítica y reconoce que "me marcó no haber cambiado mis amistades", en relación a quienes eran su círculo cercano vinculados a su barrio de origen. "Cuando era más famoso, en mi mejor momento deportivo, me la pasé con los amigos, tomando en una disco", dice resignado.
Núñez se declara cruzado de corazón, y confiesa que siente "una envidia sana" por ex compañeros como Roberto "Pájaro" Gutiérrez y César Fuentes. A su vez, aclara que ve muy poco fútbol nacional, ya que "me baja la melancolía".
"Lucho Pato" recordó orgulloso haber jugado con Diego Maradona en 2006, durante una visita del astro argentino a San Carlos de Apoquindo, y sueña con que su hijo, de 15 años, sea futbolista. El joven juega en Santiago Morning, es delantero y quiere desempeñarse en la UC.
Finalmente, el ex deportista agradeció a ex compañeros de profesión que lo visitan como Rodrigo Pérez, con quien ni siquiera compartió club, al igual que a Francisco Huaiquipán, Frank Lobos, Darío Botinelli y Gary Medel, quien le envió camisetas. También hace mención a figuras ligadas a otros ámbitos como Ronny Dance.