Guillermo Marino demostró su jerarquía y su experiencia en las dos finales del Campeonato Nacional de Fútbol. El 'Memo' fue el hombre clave para darle la pausa y el ritmo de juego a la Universidad de Chile. El volante argentino marcó el gol de la victoria en la segunda final, obligando a definir la llave en los lanzamientos penales. También había marcado en la primera final.
Me toco gracias a Dios convertir, en ese momento estas muy concentrado la mente estaba enfocada. La idea es no perder la calma.
El juego de la U fue conducido por el volante trasandino generando los cambios de ritmos y los pases entrelíneas durante los 90 minutos, a pesar de su edad el volante demostró estar a la altura física y corrió, metió y dejo ver su calidad técnica como su sapiencia en el fútbol.
"Me toco gracias a Dios convertir, en ese momento estas muy concentrado la mente estaba enfocada. La idea es no perder la calma", analizó un poco más en frío una de las grandes figuras del triunfo.
"Respetamos la idea en la adversidad, que es lo complicado hoy en día. Partimos perdiendo uno cero y el grupo mostró la convicción cuando las cosas no te salen. La fe se siente, esa fe, esa esperanza se siente, y el amor a la camiseta, a jugar con sentimientos, es algo especial que se puede apreciar en el plantel".