Los sectores colindantes al Estadio Monumental se transformaron este domingo en focos de desórdenes y violencia, ligados una vez más al fútbol.

Colo Colo y Universidad Católica disputaban una nueva versión del clásico del fútbol chileno y desde temprano llegaron simpatizantes de ambos equipos con el fin de ver el evento deportivo.

A pesar de los resguardos y las advertencias de las autoridades, no pasó mucho tiempo para que la situación se deteriorara. Y es que antes, durante y después del compromiso se registraron violentos incidentes.

En un comienzo los protagonistas fueron los hinchas de la UC, que se enfrentaron a Carabineros y generaron desordenes en el sector Magallanes del recinto.

Pero lo peor ocurrió una vez finalizado el compromiso. Los aficionados "cruzados" debieron esperar al interior del estadio mientras los fanáticos del "Cacique" eran desalojados.

En ese momento, los hinchas albos se enfrentaron ante la fuerza policial. Una vez controlados los desmanes, los aficionados del equipo de la precordillera comenzaron a abandonar el estadio.

Ahí fue cuando Byron Quezada Vargas (20) recibió un impacto de bala a la altura del abdomen, cuando caminaba por la avenida Departamental con Macul.

El simpatizante se encontró con un grupo de personas de Colo Colo y terminó herido. De inmediato, el joven fue trasladado inconsciente en un vehículo particular hasta el Hospital Luis Tisné de Peñalolén, donde fue intervenido de urgencia.

Según consigna el diario La Tercera, a las 00.30 los familiares se enteraron de que la operación fue exitosa y que el joven estaba fuera de riesgo vital.

Pese a esta situación, Carabineros informó que hubo 15 detenidos —catalogado como positivo— por protagonizar desordenes y microtráfico de estupefacientes.

Foto: Agencia Uno