Los grandes jugadores aparecen cuando el equipo más los necesita, evitan el desastre y acercan la gloria. En el torneo de Apertura de 2004, con un gran lanzamiento penal, le dio una nueva estrella a Universidad de Chile y hoy, siete años después, se viste de héroe para tapar tres penales y entregarle el primer tricampeonato de la historia de los azules. Simplemente, Johnny Herrera.
Amado y odiado en iguales cantidades, el meta de Universidad de Chile se transformó nuevamente en uno de los principales gestores de la decimosexta estrella de Universidad de Chile tras contener tres envíos desde el punto penal en la definición del Torneo de Apertura 2012 ante O'Higgins.
Se pueden decir muchas cosas de Johnny Herrera. Que habla más de la cuenta; que es soberbio; a veces poco atinado en sus declaraciones. Sin embargo no hay nadie que pueda discutir que hoy es el mejor arquero de Chile y pelea palmo a palmo con un par más, por el cetro del mejor del continente. Sin duda.
Sin tener mucha actividad en esta jornada gloriosa para Universidad de Chile, apareció en los momentos precisos para evitar los goles celestes. Hoy sacó un mano a mano de Boris Sagredo en el primer tiempo y se agigantó en los penales.
En la final de ida, evitó que Enzo Gutiérrez, en el último minuto de partido, anotara el 3-1 que podría haber sentenciado la llave a favor de los de Rancagua.
Marcelo Díaz, vital. Matías Rodríguez altísimo. Guillermo Marino, oportuno. Johnny Herrera... ¡Te pasaste!
