El directorio de la Federación de Fútbol de Chile (FFCH) no sólo decidió reprogramar el clásico entre Universidad Católica y Universidad de Chile por la Copa Chile, el cual fue suspendido por los incidentes protagonizados por la barra del elenco cruzado y donde resultó agredido el portero Martín Parra con fuegos de artificio, sino además impuso una sanción contra el club de la precordillera.
Y es que el organismo determinó castigar con la prohibición de disputar sus partidos con público por lo que resta del certamen en caso de que la UC avance de ronda.
A través de un comunicado, explicó que "independientemente de lo que defina el Tribunal de Disciplina, el Directorio decidió que Universidad Católica no podrá jugar con presencia de sus hinchas durante todo el resto del torneo Copa Chile Easy 2022".
Además, anunciaron que "también acordó que se hará parte de las querellas contra las personas detenidas por Carabineros y contra todos quienes resulten responsables de los hechos acontecidos este miércoles 28 de septiembre en Valparaíso".