Este viernes, mediante un comunicado, Universidad de Chile oficializó la salida de Diego López, quien se marcha un 35,8% de rendimiento y apenas tres victorias en 13 partidos dirigidos.
El despido del uruguayo contrasta con la postura que manifestó hace nueve días la concesionaria Azul Azul, que a través de un escrito aseguró que "nadie en el Club ha puesto en duda la continuidad de Diego López y su cuerpo técnico" y que el charrúa "cuenta con el apoyo de todos quienes formamos parte de la institución".
¿Qué pasó en ese tiempo? Tras la caída ante Universidad Católica, parte de la directiva manifestó su molestia y pidieron el término del vínculo del oriental, pero Michael Clark declinó prefirió respaldarlo. "No me pongo en ese escenario (destituirlo), porque soy optimista y creo que vamos a ganar (a Coquimbo). Esto es fútbol y Diego es el primero que sabe. Habrá que analizarlo", expresó en radio Cooperativa.
Sin embargo, los días avanzaron y el apoyo a López se deterioró. Además, el técnico adoptó una conducta "a la defensiva" en las conferencias de prensa y en varias ocasiones confrontó las preguntas. Esto, sumado al nulo trabajo táctico reflejado en el opaco empate sin goles ante Coquimbo Unido, el pobrísimo nivel colectivo y la pérdida de credibilidad al interior del camarín, fueron determinantes para la decisión ya conocida.
Una vez terminado el encuentro contra los nortinos, el presidente de la concesionaria cambió el rumbo y le notificó el despido al uruguayo, quien recibirá una millonaria indemnización. ESPN Chile, además, informó que durante la mañana de este viernes tomó un avión para regresar a su país.
