El 5 de diciembre de 1982 se enfrentaban el Ajax y el Helmond Sport por la liga holandesa. El equipo capitaneado por Johan Cruyff ganó por 5 a 0. Sin embargo el partido no iba a ser recordado por la goleada, sino por la nueva forma de transformar un penal en gol que “inventó” el hasta entonces tres veces ganador del Balón de Oro y mejor futbolista de la historia de Holanda.