Jorge 'Kike' Acuña, recordado por su talento en la Universidad Católica y paso por el fútbol europeo con el Feyenoord de Países Bajos, abrió su corazón en una cruda confesión sobre cómo el alcohol y la vida nocturna arruinaron su carrera profesional y lo llevaron a vivir años de excesos, soledad y dolor.
“Me tomaba 24 cervezas, dos botellas de vino y whisky… en un solo día”
En entrevista con el programa Te Lo Cedo de Rodrigo Sepúlveda, Acuña relató sin filtros el impacto que tuvo el alcohol en su vida. "El copete me destruyó, me hizo perder todo y me costó mucho salir adelante", confesó entre lágrimas.
Acuña detalló que llegó a beber desde muy temprano, incluso cuando ya había dejado el fútbol profesional. "Eran las 08:30 de la mañana y me estaba tomando un fernet con Coca Cola. Ahí partía mi día y terminaba a veces dos o tres días después. No dormía, pasaba de largo y perdía la cuenta", señaló.
El exmediocampista reveló que en sus peores momentos podía consumir cantidades excesivas de alcohol sin freno:
“Era capaz de tomarme sin ningún problema 24 latas de cerveza, dos o tres botellas de vino, whisky. Todo en un solo día”.
“Ya me había consumido el alcohol, me había comido la farándula, me gustaban las luces”
En la misma entrevista, Kike Acuña confesó que incluso durante su etapa como futbolista profesional, el alcohol interfería en su rendimiento.
“Se me salía la cadena al día siguiente. Me enojaba cuando después del partido teníamos que entrenar, porque para mí ese era el día libre y el que podía salir sin que nadie me dijera nada. Lo esperaba más si ganaba porque podías salir tranquilo y nadie te decía nada”.
En esa misma línea, el retirado volante formado en la UC repasó las secuelas que le dejó su adicción asegurando que "me sentí solo. Sobre todo al día siguiente. Solo, angustiado, con mucha pena. Y lo que apagaba esa pena era tomarme una cerveza a las ocho de la mañana para volver a sentirme invencible".
Durante siete u ocho años, esa fue su rutina diaria, un espiral de autodestrucción del que asegura le costó mucho salir.