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De ciudad "maldita" a histórica: La importancia de Arica en el Mundial de Chile 1962

La localidad nortina no había sido considerada para la cita planetaria hasta el terremoto de 1960, tragedia que cambió los planes de la organización.

24Horas.cl Tvn

© Archivo Memoria Chilena

Lunes 30 de mayo de 2022

Cuando Chile fue elegido como sede del Mundial 1962, los dirigentes Juan Pinto Durán y Carlos Dittborn tenían contempladas a Santiago, Valparaíso y Concepción como las ciudades para albergar la cita planetaria. Sin embargo, una catástrofe cambió el panorama abruptamente.

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En el primer capítulo de los reportajes conmemorativos del sexagésimo aniversario del evento más importante del fútbol, revisamos los detalles de la organización, el ímpetu de Carlos Dittborn y Juan Pinto Durán y la tragedia del terremoto de 1960 que puso en vilo la realización de la cita planetaria.

 

El terremoto de Valdivia del 22 de mayo de 1960 y que alcanzó los 9.5 Richter, el registro más alto de la historia, modificó los planes de la comitiva organizadora, quienes reordenaron los lugares para disputar el torneo.

 

La capital mantuvo su condición mientras que las localidades porteña y penquista cedieron sus lugares a Viña del Mar y Rancagua. Como cuarta alternativa surgió Arica, situada a 2.000 kilómetros al norte de Santiago y que realizó esfuerzos sobrehumanos para llegar a tiempo.

En diálogo con 24 Horas, el periodista Julio Salviat dio algunos detalles. "Arica, no contemplada hasta ese momento, tuvo un gesto notable: racionó el agua de la ciudad para regar el pasto de noche", reveló.

La denominada "puerta norte de Chile" albergó todos los partidos del grupo A (Unión Soviética, Yugoslavia, Uruguay y Colombia) y la llave entre Chile y la URSS, válido por los cuartos de final.

 

Precisamente este compromiso pasó a la historia por tres elementos: el golazo de tiro libre de Leonel Sánchez que dejó inmóvil al legendario Lev Yashin, apodado el "Araña Negra"; la histórica clasificación a las semifinales y el icónico relato de Julio Martínez, quien inmortalizó la frase "Justicia Divina".

Hoy, a 60 años del Mundial de Chile 1962, el recuerdo está intocable.