La familia del ex medallista olímpico, George Avery, espació sus cenizas en la pista del Estadio Olímpico de Londres. Era el último deseo del australiano que ganara la presea de plata en los Juegos Olímpicos disputados en la misma ciudad pero en 1948.
Ahí mismo donde compitió en su prueba favorita- el salto triple-, la brisa se llevó sus cenizas hasta el foso de competencia. Miembros de su familia realizaron este acto y viajaron desde Sidney hasta la capital inglesa. "Nos colocamos en el borde de la pista y la brisa llevó sus cenizas hasta el foso de arena del triple salto", explicó la hija.
Avery antes de morir, participó en numerosas charlas para incentivar el deporte en su país y según comentaron sus cercanos "desafortunadamente murió hace unos años". Otra de las presentes dijo, "aquí es donde él hubiera querido regresar".